Con la aceleración de la transición energética, el mercado de los vehículos eléctricos ya está experimentando un crecimiento exponencial, aunque con algunos baches en el camino. Se espera que las ventas alcancen los 17 millones en 2024, es decir, más de uno de cada cinco coches vendidos en el mundo (fuente: AIE). Este crecimiento meteórico va acompañado de una producción masiva de baterías, lo que plantea un reto ecológico crucial: ¿qué hacer con los miles de baterías al final de su vida útil?
Las baterías de los vehículos eléctricos contienen metales valiosos: níquel, cobalto y litio, los cuales son reciclables de manera infinita.
Como actor industrial comprometido con la promoción de una cadena de valor sostenible, Eramet está desarrollando soluciones innovadoras para reciclar las baterías de iones de litio, con vistas a apoyar la economía circular y ayudar a garantizar el suministro de metales para la transición energética de Europa.
Eramet Ideas, nuestro centro de Investigación e Innovación, ha desarrollado un proceso de reciclaje de «bucle cerrado».
A diferencia de los procesos convencionales, este proceso recicla los metales conservando sus cualidades físicas y químicas, de modo que pueden reutilizarse ad infinitum en el diseño de nuevas baterías de iones de litio.
El proceso se basa en el refinado hidrometalúrgico masa negra extraída de las baterías de vehículos eléctricos.
Lanzado en 2018 en colaboración con Suez, el proyecto ReLieVe pretendía desarrollar una cadena completa de recogida y reciclaje de pilas al final de su vida útil y de chatarra procedente de las plantas de fabricación.
En 2023 se puso en marcha una planta de demostración en el centro Eramet Ideas de Trappes (Francia) para probar el proceso a escala preindustrial.
Aunque el proyecto se suspendió en octubre de 2024 porque las fábricas europeas de baterías no se desarrollaban con suficiente rapidez, Eramet sigue convencida de la necesidad de desarrollar una economía circular para los metales críticos en Europa.
La Unión Europea está liderando la transición hacia a la movilidad eléctrica mediante normativas proactivas. Entre los objetivos destacados se encuentran una reducción de las emisiones de CO2 de los coches nuevos para 2030, una prohibición prevista de los vehículos de gasolina y diésel a partir de 2035, y requisitos más estrictos sobre el reciclaje y la durabilidad de las baterías. Estas medidas están generando un fuerte impulso para el desarrollo de soluciones de reciclaje innovadoras como las que apoya Eramet, que sigue esperando un modelo de negocio competitivo y sostenible.
Componente esencial de las baterías eléctricas, el litio es un metal de futuro en el que Eramet invierte con una ambición: convertirse en uno de los principales productores mundiales de metales para la transición energética.
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